Lamentablemente no se ha podido encontrar la letra idónea que buscaba el COE para el himno deportivo nacional, en vista de ello y para no darse por perdida, me complace ofrecer esta original que a continuación ofrezco al Comité(José Larrey): ¡Salve España! salud a los atletas de este gran país, de paz y de ilusión
Todos gritemos con fuerza este himno, cantemos la gloria de ser campeón
Aúpa España, luchemos bravamente en competición, con limpieza y honor
Juguemos siempre con fe en la victoria, con furia española, cn garra de león.
Nos relata el ministro de Isabel II, Pascual Madoz, en su famoso Diccionario y página correspondiente a Usagre, que la población de Usagre “Se surte de aguas potables en dos fuentes dentro del pueblo que proceden de la llamada de la Luná, a 1.000 pasos de la villa. Esta fuente era de aguas tan dañosas, que la mayoría de los vecinos abandonó la villa, quedando solamente una raza de esclavos negros o mulatos que allí había; hasta que en 1683, un terremoto trastornó la fuente, siendo su resultado el purificarse las aguas”. Esta eventualidad de que primero las aguas se volviesen tan dañosas y después un terremoto las purificase, me resultó siempre como un relato demasiado fantástico, de manera que con esta interrogante en la recámara traté a lo largo del tiempo de hallar la verdad de todo este asunto que, dado la seriedad de Madoz, nunca puse en duda. Así que después de largas averiguaciones al respecto, creo haber dado con la clave del misterio: Según Plinio, ya en época romana había un lugar, aparte de Almadén, desde donde se enviaba azogue a Roma llamado Sisapona en el conventus Hispalensis de la Bética, este lugar podría ser Usagre. Más en 1631 se autoriza a un tal Juan Vázquez Tamayo para que se beneficiase de una mina de azogue que estaba abandonada en Usagre. Por este entonces la minería del azogue había cogido un fabuloso auge al descubrirse el sistema de extracción de plata por la amalgama con el azogue, y se envían grandes cantidades de este metal a América a tal fin. Entre 1581 y 1645 hay una larga relación del mineral llevado a América procedente de Usagre. Y aquí se despeja la incógnita. En los pozos de las minas abunda el agua y para poder trabajar en ellos había un constante saque de agua que los esclavos de estas minas extraían con torno a brazo, y cada uno de ellos tenía la durísima tarea de sacar trescientos viajes. Las minas están junto a la rivera de Usagre, más arriba de la fuente de la Luná, y los vertidos venenosos de los pozos de las minas es muy posible que discurrieran a la rivera con lo que sus aguas y las de las fuentes se tornarían dañinas en extremo si no mortales. Y este creo, con total convencimiento, que fue el verdadero motivo del abandono de la población de Usagre. Una vez cerradas de nuevo las minas, tornarían a purificarse las aguas de forma natural, sin necesidad del terremoto de Madoz. José Larrey Martínez Cronista oficial de la Villa
Nos relata el ministro de Isabel II, Pascual Madoz, en su famoso Diccionario y página correspondiente a Usagre, que la población de Usagre “Se surte de aguas potables en dos fuentes dentro del pueblo que proceden de la llamada de la Luná, a 1.000 pasos de la villa. Esta fuente era de aguas tan dañosas, que la mayoría de los vecinos abandonó la villa, quedando solamente una raza de esclavos negros o mulatos que allí había; hasta que en 1683, un terremoto trastornó la fuente, siendo su resultado el purificarse las aguas”. Esta eventualidad de que primero las aguas se volviesen tan dañosas y después un terremoto las purificase, me resultó siempre como un relato demasiado fantástico, de manera que con esta interrogante en la recámara traté a lo largo del tiempo de hallar la verdad de todo este asunto que, dado la seriedad de Madoz, nunca puse en duda. Así que después de largas averiguaciones al respecto, creo haber dado con la clave del misterio: Según Plinio, ya en época romana había un lugar, aparte de Almadén, desde donde se enviaba azogue a Roma llamado Sisapona en el conventus Hispalensis de la Bética, este lugar podría ser Usagre. Más en 1631 se autoriza a un tal Juan Vázquez Tamayo para que se beneficiase de una mina de azogue que estaba abandonada en Usagre. Por este entonces la minería del azogue había cogido un fabuloso auge al descubrirse el sistema de extracción de plata por la amalgama con el azogue, y se envían grandes cantidades de este metal a América a tal fin. Entre 1581 y 1645 hay una larga relación del mineral llevado a América procedente de Usagre. Y aquí se despeja la incógnita. En los pozos de las minas abunda el agua y para poder trabajar en ellos había un constante saque de agua que los esclavos de estas minas extraían con torno a brazo, y cada uno de ellos tenía la durísima tarea de sacar trescientos viajes. Las minas están junto a la rivera de Usagre, más arriba de la fuente de la Luná, y los vertidos venenosos de los pozos de las minas es muy posible que discurrieran a la rivera con lo que sus aguas y las de las fuentes se tornarían dañinas en extremo si no mortales. Y este creo, con total convencimiento, que fue el verdadero motivo del abandono de la población de Usagre. Una vez cerradas de nuevo las minas, tornarían a purificarse las aguas de forma natural, sin necesidad del terremoto de Madoz. José Larrey Martínez Cronista oficial de la Villa
Recordando un tiempo ya pasado, veo las calles del pueblo a la caída de la tarde atravesadas por los rebaños de cabras que habían salido de mañana a los campos a pastar. Entonces había mucha gente que se dedicaba al oficio de cabrero con piara propia. Pasó el tiempo y los medios de subsistencia y los cabreros en su mayoría cambiaron de oficio, ya no tenían las cincuenta o cuarenta cabras metidas en el corral de su casa, conviviendo con la familia, que salían a diario al campo en busca de yerba fresca que rumiar. Cuando regresaban se hacía el ordeño, y la leche espumeante chocaba contra el cubo de zinc en chorros continuados presionada por los dedos del cabrero. Después tocaba a las mujeres repartir la leche a las veceras casa por casa o esperando a que llegase la clientela. Recuerdo cómo de niño iba a una casa de la calle Conejo a por medio litro y un ocho de leche, que la habilidad de la mujer se encargaba de hacer crecer añadiéndole su cuota de agua. Otras veces la leche era empleada para hacer quesos que vendían en fresco o después de curados extendidos en tablas colgantes. Todo eso es ya agua pasada, actualmente en el pueblo quedan a lo sumo tres manadas de cabras, y solo una se trabaja en plan industrial. Esta tiene casi quinientas cabras, con sus instalaciones de conservación de la leche que venden para fuera, concretamente a una casa de Sevilla que pasa a diario a recoger la mercancía para una vez en aquella ciudad, ser transformada en barras congeladas y enviada a Francia. Y es que hasta las cabras han tenido que integrarse en la Comunidad Europea. Así que no es extraño que se haya tomado usted un yogurt francés de Mercadona con leche de cabra de Usagre. -¡Cómo alantamos! –que diría un castúo.
UNA NUEVA RELIGIÓN Solapadamente se nos ha metido una nueva religión en casa. Su nacimiento tuvo lugar en Gran Bretaña y enseguida se ha extendido por los cinco continentes. Y es una religión poderosa que hace adeptos en cuerpo y alma y fanáticos de los más terribles. El boca a boca funciona con gran fluidez y pronto dominará el mundo a la chita callando. Sus preceptos han sido, al contrario que en otras religiones, asumidos por la juventud en pleno que hace alarde de su filiación y devoción a ciertos santones de la nueva religión que colocan en las paredes de sus habitaciones, y nadie sabe donde puede ir a parar el río de devotos capaces de los más largos éxtasis. El precepto festivo lo celebran todos sin faltar yendo a la cita dominical o sabatina a presenciar el ritual que es más largo que la misa, pero como siempre, también se celebra siguiendo pautas iguales de una vez para otra. Y no ocurre igual que en las otras religiones que se las ven y se las desean para subsistir económicamente, pues ésta mueve la sensibilidad de sus adeptos de tal forma que aflojan la pasta con gran generosidad y con ella revisten de oro las imágenes de las más importantes figuras de esta religión moderna que tan poderosa se está haciendo. No tienen catedrales todavía, pero se reúnen en recintos tan grandes como el Bernabéu y por todos los pueblos se extienden ermitas rurales a las que llaman peñas. Esta religión es afortunadamente inocua, no daña a nadie, salvo que a algún jugador le den una patada y le partan la tibia. Por eso proclamamos con todas nuestras fuerzas: ¡Viva el fútbol! Pepe Larrey.
FLORENTINO Como ya os dije anteriormente, me da en la nariz que este florentino tiene todas las características de ser familiar de los Médicis de Florencia. Como los Médicis maneja el mogollón de pasta florentina para hacer y deshacer operaciones. Se ve, se siente, la pasta está presente, en todas las manipulaciones que con tanta habilidad realiza. El pueblo tiene una deuda vital con Florentino al que debió haber elegido ya presidente de este país hace tiempo: ¡Gana los comicios por candidato único, sin necesidad de papeletas! ¿Habráse visto? Y cuando el panorama se presenta de lo más negro, nuestro Florentino, como con una varita mágica, tira de chequera y a golpe de talonario levanta de la postración al pueblo. ¡Dios, que gran vasallo si hubiese buen señor! ¿Cómo cuanto le hubiese durado a Florentino esta maldita crisis? Ya tendría recursos propios para acabar con los malos hados y conducir al pueblo, o masa, a las gradas patrias cantando el “A la bí, a la bá, a la bim bom ba” que es como un enorme espiritual negro, sin negros y con balón. Florentino no tendría que andar pordioseando un puesto de relieve en el panorama internacional, como alguien que yo conozco, estaría allí, como está, por méritos propios. Pero se me hace que Florentino es un buen chico que no alardea de nada pudiendo hacerlo. Los grandes personajes son así: humildes por fuera, descomunales por dentro. Y como los Médicis, que enriquecieron Florencia, Florentino enriquecerá al Madrid no ya con grandes aspavientos y convulsiones, sino de la forma más de andar por casa que se pueda imaginar: vendiendo camisetas. José Larrey.
EL NEGRO QUE TENÍA EL CARETO BLANCO Lo consiguió todo en la vida, incluso cambiarse el rostro del negro al blanco, que ya son ganas de enredar. El rey del pop había saltado a la prensa últimamente por haber dicho adiós a la vida de forma no natural. El ídolo falso de multitud de fans se deshizo como una figura de barro mojado y se convirtió en polvo. Michael Jackson ha muerto, ya lo dijeron la tele y los diarios. Durante un tiempo, ríos de lágrimas corrieron y correrán a lo largo y ancho del mundo (suponiendo que tenga largo y ancho, que es mucho suponer) Se suponía también que el negro de cara blanca tenía pasta para fundir el universo, pero según aclaraba la prensa, se fue al otro barrio de la aldea global con una deuda de 355 millones de euros, cifra que solo barajamos cuando echamos algún boleto de apuestas o cuando leemos la prensa deportiva y los fichajes de infarto. Parece demostrado que Michael Jackson tampoco era feliz, como tantos y tantos, no ya mileuristas, sino ceroeuristas en demanda de empleo. Y todo había sucedido al rey del pop, al artista maravilloso del escenario por una equivocación, y es que cuando cambió su cara, debía haber cambiado la cara hostil del mundo, no la suya que era una especie de careta de cartón. A mí personalmente, cosa que debía traer sin cuidado a Michael, el flaco artista me caía gordo. Que no es lo mismo un artista antiguo de aquellos como Miguel Ángel, el que pintaba Santos y ángeles musculosos, que uno de estos de ahora. Aquellos eran artistas sin millones y estos de ahora son millones de artistas. Que en paz descanse el que renegó de los suyos y se fue al bando de los rostros pálidos. Así es la vida, y la muerte.
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Lamentablemente no se ha podido encontrar la letra idónea que buscaba el COE para el himno deportivo nacional, en vista de ello y para no darse por perdida, me complace ofrecer esta original que a continuación ofrezco al Comité(José Larrey):
¡Salve España!
salud a los atletas
de este gran país,
de paz y de ilusión
Todos gritemos
con fuerza este himno,
cantemos la gloria
de ser campeón
Aúpa España,
luchemos bravamente
en competición,
con limpieza y honor
Juguemos siempre
con fe en la victoria,
con furia española,
cn garra de león.
LA DESPOBLACION DE USAGRE
Nos relata el ministro de Isabel II, Pascual Madoz, en su famoso Diccionario y página correspondiente a Usagre, que la población de Usagre “Se surte de aguas potables en dos fuentes dentro del pueblo que proceden de la llamada de la Luná, a 1.000 pasos de la villa. Esta fuente era de aguas tan dañosas, que la mayoría de los vecinos abandonó la villa, quedando solamente una raza de esclavos negros o mulatos que allí había; hasta que en 1683, un terremoto trastornó la fuente, siendo su resultado el purificarse las aguas”.
Esta eventualidad de que primero las aguas se volviesen tan dañosas y después un terremoto las purificase, me resultó siempre como un relato demasiado fantástico, de manera que con esta interrogante en la recámara traté a lo largo del tiempo de hallar la verdad de todo este asunto que, dado la seriedad de Madoz, nunca puse en duda.
Así que después de largas averiguaciones al respecto, creo haber dado con la clave del misterio:
Según Plinio, ya en época romana había un lugar, aparte de Almadén, desde donde se enviaba azogue a Roma llamado Sisapona en el conventus Hispalensis de la Bética, este lugar podría ser Usagre. Más en 1631 se autoriza a un tal Juan Vázquez Tamayo para que se beneficiase de una mina de azogue que estaba abandonada en Usagre.
Por este entonces la minería del azogue había cogido un fabuloso auge al descubrirse el sistema de extracción de plata por la amalgama con el azogue, y se envían grandes cantidades de este metal a América a tal fin. Entre 1581 y 1645 hay una larga relación del mineral llevado a América procedente de Usagre.
Y aquí se despeja la incógnita. En los pozos de las minas abunda el agua y para poder trabajar en ellos había un constante saque de agua que los esclavos de estas minas extraían con torno a brazo, y cada uno de ellos tenía la durísima tarea de sacar trescientos viajes. Las minas están junto a la rivera de Usagre, más arriba de la fuente de la Luná, y los vertidos venenosos de los pozos de las minas es muy posible que discurrieran a la rivera con lo que sus aguas y las de las fuentes se tornarían dañinas en extremo si no mortales. Y este creo, con total convencimiento, que fue el verdadero motivo del abandono de la población de Usagre.
Una vez cerradas de nuevo las minas, tornarían a purificarse las aguas de forma natural, sin necesidad del terremoto de Madoz.
José Larrey Martínez
Cronista oficial de la Villa
LA DESPOBLACION DE USAGRE
Nos relata el ministro de Isabel II, Pascual Madoz, en su famoso Diccionario y página correspondiente a Usagre, que la población de Usagre “Se surte de aguas potables en dos fuentes dentro del pueblo que proceden de la llamada de la Luná, a 1.000 pasos de la villa. Esta fuente era de aguas tan dañosas, que la mayoría de los vecinos abandonó la villa, quedando solamente una raza de esclavos negros o mulatos que allí había; hasta que en 1683, un terremoto trastornó la fuente, siendo su resultado el purificarse las aguas”.
Esta eventualidad de que primero las aguas se volviesen tan dañosas y después un terremoto las purificase, me resultó siempre como un relato demasiado fantástico, de manera que con esta interrogante en la recámara traté a lo largo del tiempo de hallar la verdad de todo este asunto que, dado la seriedad de Madoz, nunca puse en duda.
Así que después de largas averiguaciones al respecto, creo haber dado con la clave del misterio:
Según Plinio, ya en época romana había un lugar, aparte de Almadén, desde donde se enviaba azogue a Roma llamado Sisapona en el conventus Hispalensis de la Bética, este lugar podría ser Usagre. Más en 1631 se autoriza a un tal Juan Vázquez Tamayo para que se beneficiase de una mina de azogue que estaba abandonada en Usagre.
Por este entonces la minería del azogue había cogido un fabuloso auge al descubrirse el sistema de extracción de plata por la amalgama con el azogue, y se envían grandes cantidades de este metal a América a tal fin. Entre 1581 y 1645 hay una larga relación del mineral llevado a América procedente de Usagre.
Y aquí se despeja la incógnita. En los pozos de las minas abunda el agua y para poder trabajar en ellos había un constante saque de agua que los esclavos de estas minas extraían con torno a brazo, y cada uno de ellos tenía la durísima tarea de sacar trescientos viajes. Las minas están junto a la rivera de Usagre, más arriba de la fuente de la Luná, y los vertidos venenosos de los pozos de las minas es muy posible que discurrieran a la rivera con lo que sus aguas y las de las fuentes se tornarían dañinas en extremo si no mortales. Y este creo, con total convencimiento, que fue el verdadero motivo del abandono de la población de Usagre.
Una vez cerradas de nuevo las minas, tornarían a purificarse las aguas de forma natural, sin necesidad del terremoto de Madoz.
José Larrey Martínez
Cronista oficial de la Villa
LAS CABRAS
Recordando un tiempo ya pasado, veo las calles del pueblo a la caída de la tarde atravesadas por los rebaños de cabras que habían salido de mañana a los campos a pastar. Entonces había mucha gente que se dedicaba al oficio de cabrero con piara propia. Pasó el tiempo y los medios de subsistencia y los cabreros en su mayoría cambiaron de oficio, ya no tenían las cincuenta o cuarenta cabras metidas en el corral de su casa, conviviendo con la familia, que salían a diario al campo en busca de yerba fresca que rumiar. Cuando regresaban se hacía el ordeño, y la leche espumeante chocaba contra el cubo de zinc en chorros continuados presionada por los dedos del cabrero. Después tocaba a las mujeres repartir la leche a las veceras casa por casa o esperando a que llegase la clientela. Recuerdo cómo de niño iba a una casa de la calle Conejo a por medio litro y un ocho de leche, que la habilidad de la mujer se encargaba de hacer crecer añadiéndole su cuota de agua. Otras veces la leche era empleada para hacer quesos que vendían en fresco o después de curados extendidos en tablas colgantes.
Todo eso es ya agua pasada, actualmente en el pueblo quedan a lo sumo tres manadas de cabras, y solo una se trabaja en plan industrial. Esta tiene casi quinientas cabras, con sus instalaciones de conservación de la leche que venden para fuera, concretamente a una casa de Sevilla que pasa a diario a recoger la mercancía para una vez en aquella ciudad, ser transformada en barras congeladas y enviada a Francia. Y es que hasta las cabras han tenido que integrarse en la Comunidad Europea. Así que no es extraño que se haya tomado usted un yogurt francés de Mercadona con leche de cabra de Usagre.
-¡Cómo alantamos! –que diría un castúo.
UNA NUEVA RELIGIÓN
Solapadamente se nos ha metido una nueva religión en casa. Su nacimiento tuvo lugar en Gran Bretaña y enseguida se ha extendido por los cinco continentes. Y es una religión poderosa que hace adeptos en cuerpo y alma y fanáticos de los más terribles. El boca a boca funciona con gran fluidez y pronto dominará el mundo a la chita callando.
Sus preceptos han sido, al contrario que en otras religiones, asumidos por la juventud en pleno que hace alarde de su filiación y devoción a ciertos santones de la nueva religión que colocan en las paredes de sus habitaciones, y nadie sabe donde puede ir a parar el río de devotos capaces de los más largos éxtasis.
El precepto festivo lo celebran todos sin faltar yendo a la cita dominical o sabatina a presenciar el ritual que es más largo que la misa, pero como siempre, también se celebra siguiendo pautas iguales de una vez para otra. Y no ocurre igual que en las otras religiones que se las ven y se las desean para subsistir económicamente, pues ésta mueve la sensibilidad de sus adeptos de tal forma que aflojan la pasta con gran generosidad y con ella revisten de oro las imágenes de las más importantes figuras de esta religión moderna que tan poderosa se está haciendo.
No tienen catedrales todavía, pero se reúnen en recintos tan grandes como el Bernabéu y por todos los pueblos se extienden ermitas rurales a las que llaman peñas.
Esta religión es afortunadamente inocua, no daña a nadie, salvo que a algún jugador le den una patada y le partan la tibia. Por eso proclamamos con todas nuestras fuerzas: ¡Viva el fútbol!
Pepe Larrey.
FLORENTINO
Como ya os dije anteriormente, me da en la nariz que este florentino tiene todas las características de ser familiar de los Médicis de Florencia. Como los Médicis maneja el mogollón de pasta florentina para hacer y deshacer operaciones.
Se ve, se siente, la pasta está presente, en todas las manipulaciones que con tanta habilidad realiza. El pueblo tiene una deuda vital con Florentino al que debió haber elegido ya presidente de este país hace tiempo:
¡Gana los comicios por candidato único, sin necesidad de papeletas! ¿Habráse visto?
Y cuando el panorama se presenta de lo más negro, nuestro Florentino, como con una varita mágica, tira de chequera y a golpe de talonario levanta de la postración al pueblo. ¡Dios, que gran vasallo si hubiese buen señor!
¿Cómo cuanto le hubiese durado a Florentino esta maldita crisis? Ya tendría recursos propios para acabar con los malos hados y conducir al pueblo, o masa, a las gradas patrias cantando el “A la bí, a la bá, a la bim bom ba” que es como un enorme espiritual negro, sin negros y con balón.
Florentino no tendría que andar pordioseando un puesto de relieve en el panorama internacional, como alguien que yo conozco, estaría allí, como está, por méritos propios. Pero se me hace que Florentino es un buen chico que no alardea de nada pudiendo hacerlo. Los grandes personajes son así: humildes por fuera, descomunales por dentro.
Y como los Médicis, que enriquecieron Florencia, Florentino enriquecerá al Madrid no ya con grandes aspavientos y convulsiones, sino de la forma más de andar por casa que se pueda imaginar: vendiendo camisetas.
José Larrey.
EL NEGRO QUE TENÍA EL CARETO BLANCO
Lo consiguió todo en la vida, incluso cambiarse el rostro del negro al blanco, que ya son ganas de enredar. El rey del pop había saltado a la prensa últimamente por haber dicho adiós a la vida de forma no natural. El ídolo falso de multitud de fans se deshizo como una figura de barro mojado y se convirtió en polvo. Michael Jackson ha muerto, ya lo dijeron la tele y los diarios. Durante un tiempo, ríos de lágrimas corrieron y correrán a lo largo y ancho del mundo (suponiendo que tenga largo y ancho, que es mucho suponer)
Se suponía también que el negro de cara blanca tenía pasta para fundir el universo, pero según aclaraba la prensa, se fue al otro barrio de la aldea global con una deuda de 355 millones de euros, cifra que solo barajamos cuando echamos algún boleto de apuestas o cuando leemos la prensa deportiva y los fichajes de infarto.
Parece demostrado que Michael Jackson tampoco era feliz, como tantos y tantos, no ya mileuristas, sino ceroeuristas en demanda de empleo. Y todo había sucedido al rey del pop, al artista maravilloso del escenario por una equivocación, y es que cuando cambió su cara, debía haber cambiado la cara hostil del mundo, no la suya que era una especie de careta de cartón.
A mí personalmente, cosa que debía traer sin cuidado a Michael, el flaco artista me caía gordo. Que no es lo mismo un artista antiguo de aquellos como Miguel Ángel, el que pintaba Santos y ángeles musculosos, que uno de estos de ahora. Aquellos eran artistas sin millones y estos de ahora son millones de artistas. Que en paz descanse el que renegó de los suyos y se fue al bando de los rostros pálidos.
Así es la vida, y la muerte.
José Larrey
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